¿Qué es la producción de nitrógeno? Conceptos básicos
La producción de nitrógeno es el proceso de purga del gas nitrógeno (N₂) de la atmósfera terrestre para su uso en diferentes industrias. El nitrógeno es el elemento más abundante en la superficie terrestre y constituye aproximadamente el 78% de la atmósfera terrestre, pero rara vez se utiliza en su forma gaseosa natural. Sin embargo, las industrias necesitan nitrógeno puro o compuestos de nitrógeno sólo para determinados usos. Para satisfacer estas necesidades, el nitrógeno debe separarse del oxígeno, el vapor de agua, el dióxido de carbono y otros gases presentes en el aire mediante técnicas específicas.
El gas nitrógeno se prepara industrialmente para su uso en procesos en los que se necesita una atmósfera inerte, por ejemplo en la producción química, el procesado de alimentos y la fabricación de medicamentos. El nitrógeno también se utiliza en la producción de otros compuestos como el ácido nítrico, el nitrato de sodio y el nitrato de potasio, que son vitales en la agricultura, la minería y otras industrias.
Para saber cómo fabricar nitrógeno es necesario conocer distintos métodos, como la adsorción por cambio de presión (PSA), la destilación criogénica y la separación por membranas. Estos métodos tienen sus propias ventajas y se utilizan en función de la pureza del nitrógeno requerida, el coste y el volumen de producción. Las tecnologías de generación de nitrógeno han avanzado desde la producción de nitrógeno a escala industrial hasta la producción de nitrógeno a escala de laboratorio para satisfacer las crecientes necesidades de las industrias.
Cómo se genera el gas nitrógeno: Los principales métodos
La generación de nitrógeno implica el uso de tecnologías sofisticadas para extraer nitrógeno gaseoso de la atmósfera. Las tres técnicas más utilizadas son la adsorción por cambio de presión (PSA), la destilación criogénica y la separación por membranas. Estos métodos difieren en cuanto al nivel de sofisticación, el coste y el tipo de nitrógeno que generan, pero todos ellos están destinados a generar nitrógeno de gran pureza para su uso en la industria y el comercio.
Método | Gama de pureza | Aplicaciones | Ventajas | Desventajas |
PSA (adsorción por cambio de presión) | Hasta 99,999% | Uso industrial a pequeña y mediana escala; producción in situ | Alta eficacia, flexibilidad, bajo mantenimiento y rentabilidad | No apto para la producción a gran escala; sensible a la calidad del aire |
Destilación criogénica | Hasta 99,999% | Producción de nitrógeno a gran escala (>5000 Nm³/h) | Adecuado para necesidades de gran pureza y capacidad; puede producir nitrógeno líquido y gaseoso | Alto consumo de energía; equipos caros y complejos |
Separación por membrana | 95%-99.5% | Necesidades de pureza moderada (por ejemplo, envasado de alimentos, inertización de tanques) | Compacto, eficiente energéticamente, flexible y de bajo mantenimiento | Pureza limitada, no es ideal para aplicaciones de gran pureza |
(Adsorción por cambio de presión)
La adsorción por cambio de presión (PSA) es una de las tecnologías más populares y eficaces para obtener nitrógeno gaseoso de gran pureza, sobre todo para las empresas que necesitan generarlo in situ. Utiliza la capacidad del tamiz molecular de carbono (CMS) para adsorber selectivamente el nitrógeno de los otros gases del aire, como el oxígeno, para separar el nitrógeno del oxígeno y otras impurezas del aire.
Funciona de la siguiente manera: En primer lugar, el aire ambiente se comprime mediante un compresor de aire, de modo que el aire suministrado al sistema está comprimido. Sin embargo, este aire comprimido debe someterse a un tratamiento previo antes de llegar al tamiz molecular de carbón, que consiste en secarlo. Uno de los procesos más importantes para mantener el rendimiento y la eficacia del sistema es el proceso de secado del aire. Si la humedad no se elimina correctamente, afectará al Tamiz Molecular de Carbono, disminuirá la capacidad de adsorción y se producirá una saturación prematura. Para evitarlo, se utilizan agentes secantes como la alúmina activada. Si se desea un secado más profundo, se utilizan tamices moleculares (3A, 4A o 13X). Estos materiales pueden incluso eliminar cantidades de vapor de agua hasta el punto de que el aire introducido en el sistema PSA esté suficientemente seco para salvaguardar el CMS y garantizar una calidad constante del nitrógeno.
Una vez seco, el aire comprimido se hace pasar por un recipiente que contiene tamiz molecular de carbono. El Tamiz Molecular de Carbono funciona como un filtro que sólo permite el paso de oxígeno, dióxido de carbono y vapor de agua debido a su pequeño tamaño molecular y alta capacidad de adsorción. Las moléculas de nitrógeno de mayor tamaño atraviesan el tamiz y se recogen como producto final, mientras que los demás gases quedan atrapados por el tamiz. En los casos en los que hay otros contaminantes en grandes cantidades, por ejemplo, CO₂, se pueden añadir otros adsorbentes como el Tamiz Molecular 5A o 13X junto con el CMS. Estos materiales son muy eficaces para atrapar el CO₂ y el vapor de agua, lo que permite al Tamiz Molecular de Carbono concentrarse en la separación del nitrógeno y mejorar la eficacia del sistema, así como su durabilidad.
El sistema funciona por ciclos, que incluyen adsorción y desorción. En la fase de adsorción, el oxígeno y otras impurezas son atrapados por el tamiz molecular de carbono a alta presión. En la fase de desorción, la presión disminuye rápidamente para que el tamiz molecular de carbono pueda liberar los gases adsorbidos y regenerarse. Si la desorción no se realiza correctamente, el tamiz se llenará pronto y la eficiencia disminuirá, los ciclos operativos serán más cortos y el sistema puede fallar. Estas dos fases, la adsorción y la desorción, son fundamentales para mantener un suministro constante e ininterrumpido de nitrógeno.
La tecnología PSA puede proporcionar purezas de nitrógeno de hasta 99,999% y es adecuada para aplicaciones de alta pureza en electrónica, productos farmacéuticos y envasado de alimentos. La tecnología PSA es más económica y viable para la producción in situ que las técnicas criogénicas convencionales, especialmente para las industrias que necesitan un suministro continuo de nitrógeno de 10-5000 Nm³/h.
Sin embargo, es importante señalar que el PSA tiene algunas limitaciones. El sistema depende de la calidad del aire y, por tanto, el pretratamiento debe ser eficaz para evitar que la humedad o las impurezas dañen el tamiz molecular de carbono. Además, los sistemas PSA no son tan eficaces como los métodos criogénicos para la producción de nitrógeno a gran escala, por lo que son más adecuados para aplicaciones industriales medianas y pequeñas.
El PSA ha surgido como una tecnología clave en la producción de nitrógeno debido a su alta eficiencia, bajo mantenimiento y capacidad para suministrar nitrógeno con distintos niveles de pureza. El uso de un pretratamiento adecuado y de agentes secantes y adsorbentes auxiliares de calidad garantiza que el sistema funcione de forma óptima y produzca nitrógeno de gran pureza en diversas condiciones de funcionamiento.
Destilación criogénica
La destilación criogénica es la técnica más común y rentable utilizada para la producción industrial de nitrógeno, especialmente cuando se necesita una gran pureza y una gran capacidad. Este proceso consiste en enfriar el aire atmosférico a temperaturas muy bajas, licuarlo y finalmente fraccionarlo por punto de ebullición, ya que el nitrógeno, el oxígeno y el argón tienen puntos de ebullición diferentes.
El proceso comienza con la compresión y purificación del aire. El aire de la atmósfera se comprime y luego se trata para eliminar contaminantes como el polvo, el dióxido de carbono y el vapor de agua. Este paso de purificación es importante porque cualquier contaminante puede solidificarse a temperaturas criogénicas, que suelen rondar los -196°C (-321°F), y bloquear el proceso de enfriamiento y destilación. El secado eficaz también es fundamental en este punto, ya que incluso la presencia de agua o CO₂ puede ser perjudicial para el equipo y su rendimiento.
Para secar el aire, los adsorbentes más utilizados son los tamices moleculares (13X) y la alúmina activada. Los tamices moleculares se utilizan en la destilación criogénica porque pueden adsorber selectivamente agua y CO₂ a presiones parciales muy bajas mejor que otros adsorbentes. Estas zeolitas sintéticas tienen una estructura de poros bien ordenada que adsorbe selectivamente moléculas más pequeñas como el agua, logrando así un nivel muy alto de control del punto de rocío. Por ejemplo, los tamices moleculares pueden reducir el punto de rocío del aire a -100 °C y, por tanto, se utilizan para eliminar la formación de hielo en sistemas criogénicos. Sin embargo, la alúmina activada, aunque es relativamente barata y posee una gran capacidad de adsorción de agua, no ofrece la selectividad ni la capacidad de adsorción de los tamices moleculares en la eliminación de CO₂, que es crucial en los procesos criogénicos.
Tras pasar por los procesos de purificación y secado, el aire se enfría a temperaturas criogénicas mediante intercambiadores de calor y ciclos de refrigeración. A estas temperaturas, el aire pasa a un estado líquido de nitrógeno, oxígeno y argón. A continuación, la destilación fraccionada separa los componentes de la mezcla en sus partes individuales. El nitrógeno, cuyo punto de ebullición es el más bajo (-196°C), hierve primero y se recoge como producto principal. El oxígeno y el argón con puntos de ebullición más altos se separan en los siguientes pasos, y se produce nitrógeno con una pureza de hasta 99,999%, que se utiliza en la producción electrónica y en instalaciones médicas.
La destilación criogénica consume mucha energía debido a la necesidad de enfriar el gas a una temperatura muy baja, pero es la más adecuada para unidades de producción a gran escala que requieren un suministro constante de nitrógeno de más de 5000 Nm³/h. La destilación criogénica es más escalable que la PSA y es capaz de producir tanto nitrógeno líquido como gaseoso, lo que resulta beneficioso para una serie de usos industriales debido a su fiabilidad.
En conclusión, la destilación criogénica es un método estable y eficaz de producir nitrógeno, especialmente para las industrias que requieren grandes cantidades de nitrógeno con impurezas mínimas.
Separación por membrana
La separación por membranas es uno de los métodos más eficaces y avanzados de producción de nitrógeno que se caracteriza por su compacidad y eficiencia energética en comparación con otros métodos. Este proceso emplea membranas poliméricas que son selectivas en el sentido de que permiten el paso de gases a diferentes velocidades de permeación. Cuando se hace pasar aire comprimido a través de los módulos de membrana, los gases que permean más rápidamente a través de las paredes de la membrana son el oxígeno, el vapor de agua y el dióxido de carbono, mientras que el nitrógeno, que permea lentamente, queda retenido y se convierte en el producto principal.
La esencia de este proceso se basa en la capacidad del material de la membrana para ser selectivamente permeable. Los gases con menor peso molecular o mayor difusividad, como el oxígeno y el vapor de agua, atraviesan la membrana a mayor velocidad, mientras que el nitrógeno queda retenido con un nivel de pureza de entre 95% y 99,5%. Aunque este nivel de pureza no es tan alto como el obtenido por destilación criogénica, es adecuado para muchos usos, por ejemplo, para recipientes de almacenamiento inertes, sistemas de protección contra incendios o para crear entornos gaseosos protectores para el procesado de alimentos. Este método es especialmente adecuado para industrias con exigencias moderadas de pureza del nitrógeno debido a su facilidad de uso y aplicabilidad a cualquier escala.
El pretratamiento del aire comprimido es muy importante para la eficacia y durabilidad de los sistemas de membranas. Cualquier forma de humedad o impurezas como el CO₂ y los vapores de aceite pueden afectar a las membranas o a su eficacia a largo plazo. Para superarlo, se incorporan al sistema procesos de secado y eliminación de impurezas. El proceso de secado se realiza mediante adsorbentes como la alúmina activada, que es barata y se utiliza habitualmente para eliminar el agua. Para el secado posterior, se utilizan tamices moleculares (4A, 13X) porque pueden reducir el punto de rocío a los niveles más bajos para que no pueda penetrar humedad en la membrana. El gel de sílice también se utiliza en aplicaciones en las que tanto la velocidad de adsorción como la capacidad de regeneración son importantes.
Además del secado, es igualmente importante eliminar del gas otros contaminantes como el CO₂ y los vapores de aceite. Los tamices moleculares son muy eficaces en la eliminación tanto de agua como de CO₂, lo que los hace esenciales para preservar el rendimiento de las membranas. Por otro lado, el carbón activado se emplea para filtrar los vapores de aceite y otros compuestos orgánicos, de modo que sólo entre aire limpio en el sistema. La aplicación de tamices moleculares y carbón activado forma un sistema completo de pretratamiento. Sin embargo, los tamices moleculares son más flexibles porque se ocupan tanto de la humedad como del CO₂, y por eso se utilizan en casos críticos.
Los generadores de nitrógeno de membrana son especialmente apreciados por su facilidad de uso y su bajo coste de funcionamiento. No son tan extremos como los sistemas criogénicos y no requieren equipos de destilación de alto nivel. Estos sistemas son de pequeño tamaño, fácilmente escalables y no necesitan mucha atención en términos de mantenimiento. Por ejemplo, un sistema de membranas estándar puede funcionar sin interrupción y los filtros sólo deben cambiarse de vez en cuando, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero. Además, los sistemas de membrana son energéticamente eficientes y tienen tiempos de puesta en marcha más cortos que los de adsorción por oscilación de presión, lo que los hace ideales para aplicaciones que requieren una demanda fluctuante o baja de nitrógeno.
Para niveles moderados de pureza del nitrógeno, la separación por membranas es más eficiente energéticamente que los sistemas de adsorción por cambio de presión (PSA). Sin embargo, los sistemas PSA son más apropiados para aplicaciones que requieren una mayor pureza del nitrógeno. Por otro lado, los sistemas de membrana son flexibles y fáciles de usar, lo que los hace adecuados para industrias que requieren sistemas sencillos y baratos de mantener.
En conclusión, la separación por membranas es una forma viable y eficaz de producir nitrógeno. Su eficiencia energética, tamaño compacto y pureza moderada la hacen ideal para industrias que necesitan un sistema flexible y de bajo mantenimiento. Los sistemas de membrana ofrecen soluciones fiables y de alto rendimiento de secado y eliminación avanzada que pueden satisfacer diversas demandas industriales.
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Aplicaciones de la producción de nitrógeno en las principales industrias
El gas nitrógeno es un producto esencial que se utiliza en diversas industrias con distintos fines. Debido a su inercia, facilidad de uso y disponibilidad, se utiliza en muchos procesos industriales. A continuación se presenta un desglose de los principales usos del nitrógeno en cada sector:
Industria química
En la industria química, el nitrógeno es un elemento fundamental para sintetizar diversos compuestos de vital importancia. Se utiliza en la producción de ácido nítrico, que se emplea en la fabricación de fertilizantes como el nitrato de amonio y explosivos industriales. Además, compuestos nitrogenados como el nitrito sódico y el nitrato sódico se utilizan en la conservación de alimentos, el curado y en cualquier proceso en el que la oxidación no sea deseable. La elevada demanda de fertilizantes nitrogenados en todo el mundo respalda la importancia del nitrógeno en la agricultura y la producción de alimentos.
Industria del petróleo y el gas
En la industria del petróleo y el gas, el nitrógeno se utiliza en las técnicas de EOR que se aplican en el sector. Mediante la inyección de nitrógeno, las empresas mejoran la recuperación del petróleo en los yacimientos, sobre todo en los más antiguos. El nitrógeno también se utiliza para purgar tuberías y realizar pruebas de presión, lo que lo hace seguro, ya que desplaza al oxígeno y, por tanto, no hay riesgo de combustión ni contaminación. Debido a su inactividad, es crucial para preservar la funcionalidad operativa en condiciones de alta presión.
Industria aeroespacial
El nitrógeno se utiliza en la industria aeroespacial para inflar los neumáticos de los aviones porque no reacciona con otros elementos y, por tanto, no supone un peligro de explosión a gran altitud. También se emplea como gas no reactivo en sistemas de combustible para minimizar las posibilidades de combustión y aumentar la seguridad durante su uso. Estas aplicaciones muestran cómo puede utilizarse el nitrógeno para aislar y salvaguardar equipos importantes en entornos difíciles.
Industria farmacéutica y electrónica
El nitrógeno es crucial para preservar unas condiciones controladas tanto en la industria farmacéutica como en la electrónica. En la fabricación de fármacos, el nitrógeno se utiliza para evitar la oxidación en el momento de la producción y el almacenamiento, de modo que no se comprometa la calidad y eficacia del producto. En electrónica, el nitrógeno se utiliza para la soldadura por ola y el entorno de sala blanca, donde hasta el más mínimo contaminante puede arruinar circuitos o dispositivos sensibles.
Criogenia e industria alimentaria
La congelación criogénica utiliza nitrógeno líquido a temperaturas muy bajas para conservar muestras biológicas y estabilizar otros productos delicados. Se utiliza habitualmente en la industria alimentaria para la congelación instantánea que ayuda a conservar la frescura y aumentar la vida útil de los productos. Estas aplicaciones muestran cómo el nitrógeno puede satisfacer las necesidades de temperaturas extremas de una aplicación.
Retos de la producción de nitrógeno y soluciones tecnológicas
El nitrógeno se utiliza en todas las industrias, pero su generación plantea ciertos problemas que pueden afectar a su aplicación en términos de seguridad, coste e impacto medioambiental general. Estos problemas, sin embargo, se están resolviendo gracias a los recientes avances tecnológicos y al cambio en la forma de fabricar el nitrógeno.
El principal problema asociado a la producción de nitrógeno son los elevados costes energéticos, sobre todo en las técnicas más antiguas, como la destilación criogénica. Este proceso implica enfriar el aire a temperaturas muy bajas, lo que consume mucha energía y tiempo, además de ser caro. Por ello, los sistemas de separación por membranas se cuentan entre las tecnologías modernas de mayor eficiencia energética. Estos sistemas emplean membranas poliméricas de última generación que filtran los gases en función de su permeabilidad y no requieren el uso de temperaturas extremadamente bajas. No son ideales para aplicaciones que requieran una pureza muy elevada del nitrógeno, pero sí para industrias que necesiten nitrógeno con una pureza de entre 95% y 99,5%.
Otro problema importante es la contaminación, que puede tener un gran impacto en el rendimiento de los sistemas PSA (adsorción por cambio de presión). Los tamices moleculares de carbono son sensibles a impurezas como el vapor de agua, el dióxido de carbono y los vapores de petróleo, que pueden obstruir los poros y, por tanto, reducir la capacidad de adsorción y aumentar la frecuencia de regeneración. Esto ha dado lugar a un nuevo y sofisticado pretratamiento que eliminará estos contaminantes, incluidos los filtros coalescentes que los capturan antes de llegar a las unidades PSA. Además, los tamices moleculares de nuevo desarrollo con estructuras de poros mejoradas pueden alojar más impurezas y garantizar una producción estable y continua de nitrógeno.
La ineficacia de los costes de transporte también es una preocupación del sistema debido a las costosas entregas de nitrógeno líquido para instalaciones distantes. El problema de transportar y almacenar nitrógeno líquido también contribuye a los gastos, así como a un mayor impacto ecológico. Para solucionarlo, cada vez son más populares los sistemas de generación de nitrógeno in situ. Estos sistemas modulares pueden instalarse en las instalaciones para permitir la producción in situ de nitrógeno en lugar de grandes entregas, que son menos flexibles, más caras y requieren más tiempo. La generación in situ también reduce los riesgos relacionados con la manipulación y el almacenamiento de grandes volúmenes de nitrógeno líquido.
Por último, la sostenibilidad sigue siendo un problema. Se sabe que los métodos convencionales de producción de nitrógeno producen grandes cantidades de emisiones de carbono. Por ello, muchos de los sistemas modernos se desarrollan para ser más respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, los últimos sistemas PSA con medios de adsorción mejorados aumentan la eficiencia de regeneración del nitrógeno, minimizando así el consumo de recursos.
Mediante el uso de materiales avanzados, tecnologías de pretratamiento y producción in situ, la producción de nitrógeno está mejorando gradualmente en términos de eficiencia, coste y sostenibilidad. No solo se trata de innovaciones que están superando las dificultades actuales, sino que también son las que están moviendo la industria hacia un futuro más limpio y fiable.
El futuro de la producción de nitrógeno: Tendencias y sostenibilidad
Debido a la creciente concienciación sobre la producción sostenible y el ahorro energético, la producción de nitrógeno también está experimentando un cambio en su desarrollo para cumplir las normas mundiales. El futuro de la producción de nitrógeno se define por el uso de energías renovables, la ciencia de nuevos materiales y el uso de tecnologías inteligentes.
Integración de las energías renovables
El uso de la energía solar y eólica como fuentes de energía en la generación de nitrógeno es una de las tendencias más reveladoras marcadas en la investigación. Estos sistemas disminuyen la dependencia de fuentes de energía fósiles, lo que hace que el proceso de producción de nitrógeno sea mucho menos intensivo en carbono. Por ejemplo, se ha descubierto que la integración de generadores de nitrógeno in situ con energía renovable puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en unos 30 %. Este cambio no sólo contribuye a la sostenibilidad, sino que también hace que la producción de nitrógeno sea más inmune a la volatilidad de los costes energéticos.
Nuevos materiales y tecnologías
Se espera que los materiales de adsorción de nueva generación transformen la industria de producción de nitrógeno. Se están investigando nuevos tipos de CMS y membranas híbridas para mejorar la pureza del nitrógeno y, al mismo tiempo, ser eficientes desde el punto de vista energético. Por ejemplo, los nuevos materiales CMS presentan una mayor selectividad y los índices de recuperación de nitrógeno superan ya los 95%. Las membranas híbridas polímero-inorgánicas tienen una gran estabilidad y capacidad de ajuste, lo que las hace adecuadas para diversos usos industriales.
Aplicación de tecnologías inteligentes
La robótica y la inteligencia artificial se están convirtiendo en los principales motores del cambio en los sistemas de producción de nitrógeno. El seguimiento constante del rendimiento del sistema junto con el uso de algoritmos de mantenimiento predictivo garantizan el uso eficiente de la energía y el mínimo fallo del sistema. En concreto, los requisitos de nitrógeno industrial de diferentes niveles de pureza y caudales variables pueden satisfacerse mediante sistemas controlados por IA para reducir el coste total y, al mismo tiempo, ser respetuosos con el medio ambiente.
Optimización de la gestión de residuos y principios de la economía circular
Las futuras tecnologías de producción de nitrógeno también pretenden reducir la producción de residuos. Por ejemplo, los modernos sistemas PSA se han desarrollado hasta alcanzar ciclos de adsorción casi absolutos, minimizando así los gases residuales restantes. Algunos mercados están estudiando la posibilidad de reutilizar o redirigir los gases de emisión de nuevo a los procesos de producción, lo que aumentaría la eficacia medioambiental.
El camino a seguir
En el futuro, la producción de nitrógeno se centrará en el ahorro energético, la racionalización de los recursos y el equilibrio entre costes y beneficios. Las tecnologías de producción de nitrógeno siguen siendo uno de los elementos facilitadores más importantes de los procesos industriales y seguirán siendo un motor de innovación en industrias tan diversas como la electrónica y la farmacéutica, el procesado de alimentos y la aeroespacial. Estas innovaciones garantizan que el nitrógeno siga siendo un elemento fundamental en los procesos industriales y contribuyen al desarrollo sostenible del mundo.